Imposible estar ajeno a los hechos que remecen a todo un país. La historia tenía preparado un trágico devenir para Chile el
11 de septiembre de 1973. La guerra fría alcanzó el extremo sur de América y nuestro país, con una larga tradición democrática, se convirtió en un verdadero "laboratorio".
Los 17 años de dictadura militar del
General Pinochet y su junta (algunos le llaman "gobierno militar") escondieron horrores propios de los peores episodios de la historia de la humanidad. Sabidos son los miles de casos de asesinados, detenidos desaparecidos, exiliados y violaciones a los derechos humanos durante esa época, sobre lo cual hay abundante documentación.
Hace unos días el país ha conocido con estupor el
Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura. Un documento doloroso y escalofriante que reconoce después de 30 años la realidad que la dictadura y sus colaboradores se empeñaron en negar. Pero es también un documento histórico y como Chileno y Bibliotecólogo Documentalista siento la obligación de contribuir a su difusión y expresar, después de tanto dolor, mi sentimiento de tranquilidad al observar que somos capaces de reencontrarnos como sociedad y de construir un futuro común fundamentado en la verdad y la justicia.
Nadie que lea este informe podrá permanecer indiferente. Estoy seguro que la inmensa mayoría de mis compatriotas sentirá el dolor de los que sufrieron y reafirmará su adhesión a la libertad y los derechos humanos. Para nunca más vivirlo, nunca más negarlo.
Ricardo Lagos Escobar , Presidente de la República.
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