Nuevamente vuelve al tapete del
debate bibliotecológico en Chile el tema del Técnico Bibliotecario y la proliferación de instituciones que imparten dichos estudios.
He estado siguiendo el debate en la
lista Bibliotecarios, y la verdad es que en mí opinión, el asunto ya esta zanjado hace un buen tiempo.
Los Técnicos en ningún caso suplirán la labor de un profesional Bibliotecólogo. Es más, serán (son...) de una importantísima ayuda en la buena gestión de la unidad de información en que se desempeñan. Quien se sienta "amenazado" por esta situación, pues no merece tener el cargo que tiene.
La unidades de información deben incrementar sus esfuerzos hacia la profesionalización con personal debidamente preparado y calificado, lo cual constituye un recurso muy valioso para brindar el mejor servicio a los usuarios.
Si alguien se siente "
preocupado" por esto, puede ser una señal de que debe comenzar a actualizarse, estudiar y mantenerse al día respecto a los diferentes aspectos y conocimientos que atañen a nuestra profesión.
Pienso que la forma en que debiesemos mos abordar esta situación es marcando la diferencia entre las capacidades de unos y de otros y posicionando nuestra competencia y potencialidad en las empresas, organizaciones, universidades, etc.. (como me consta que muchos lo hacemos), para grabar en el imaginario social al Documentalista, al Bibliotecólogo moderno, proactivo, eficiente, capaz de adaptarse a los cambios y de enfrentar los desafíos que vengan en el futuro.